El éxito del e-commerce es a día de hoy un hecho irrefutable del que ninguna empresa de logística tiene duda, y menos en aquellas empresas dedicadas a la última milla, tan afectada por este auge exponencial del mercado que, a primera vista, sólo parece que seguirá creciendo.

Con el desarrollo del big data, la inteligencia artificial, el IoT y la creación de la tecnología Blockchain se ha abierto un abanico de posibilidades inimaginables que permiten una mejora para la gestión empresarial que repercute directamente en una mayor satisfacción del cliente final.

Estamos hablando de operaciones logísticas en las que participan grandes movimientos de mercancías a las que es necesario ligar los flujos de información y capital. Es decir, grandes cantidades de datos que precisan de una trazabilidad impecable de un modo transparente que otorgue una confianza al usuario y que pueda realizarse de forma automática para lograr una mayor eficiencia.

Una plataforma basada en los smart contracts tiene la capacidad de proporcionar tales características aportando una operativa más ágil, dado que se auto ejecutan en el momento en que detectan que se han dado las condiciones señaladas, suponen una reducción en los costes, una mayor transparencia gracias a la tecnología Blockchain en la que están basados, suponen una reducción de litigios, dado que no existen interpretaciones y una auditabilidad mejorada.

A su vez, tales características también permiten crear una mayor confianza al cliente, quien puede tener acceso desde su smartphone a una trazabilidad exacta del paquete solicitado, controlando la hora de entrega de este a través de una plataforma fiable, lo que reduce de forma drástica las entregas fallidas de última milla, significando un ahorro en los costes de la empresa y una mayor satisfacción de los clientes que han visto sus expectativas cumplidas a la perfección.

En la actualidad el e-commerce ya está integrado en el día a día, pasemos ahora a nuevos proyectos como el pionero hyperledger de IBM y llevemos los smart contracts a la última milla.