El boom del comercio electrónico propulsado por los efectos de la pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de transformar el modelo de distribución y de adaptar las estrategias de logística y transporte a una realidad cada vez más exigente y cambiante.

En el pasado año, la cifra de los ingresos derivados de la prestación de servicios de almacenamiento, transporte y distribución alcanzó los 1.850 millones de euros,lo que supone un incremento del 19,4% respecto del año anterior, según el informe especial Logística para el Comercio Electrónico elaborado por DBK.

Entre los retos a los que se enfrenta el sector se encuentran la reducción de los tiempos de entrega o la flexibilización de los horarios que, junto con las limitaciones -cada vez mayores- a la última milla, lastrada por las restricciones al tráfico y las prohibiciones de circulación de ciertos vehículos, acrecientan la necesidad de una estrategia alternativa.

Por otro lado, además del incremento del comercio electrónico, otro de los efectos de la Covid-19 ha sido el fuerte impulso de las iniciativas verdes tanto a nivel europeo como nacional que ya analizamos en el artículo “El futuro verde del Transporte”. Sin duda, los plazos marcados en las distintas normativas suponen otro reto para el sector, que deberá buscar nuevas soluciones e invertir en el cambio de las flotas de los vehículos para adecuarse a estas exigencias.

Ante este nuevo escenario, ya asistimos al nacimiento de las primeras iniciativas públicas que parecen apostar por los hubs urbanos. Así, por ejemplo, el plan Madrid 360 planea la creación de centros logísticos en el centro de la ciudad para la distribución de la última milla con vehículos limpios. Además, prevé que parte de los aparcamientos de la EMT se utilicen como centros de distribución urbana de mercancías.

En el plano privado, las grandes compañías también apuestan por los hubs urbanos. Es el caso de operadores logísticos como Seur o Amazon que ya han comenzado a poner en práctica esta estrategia. La principal ventaja: una optimización de procesos que implica un significativo ahorro de tiempo y costes de entrega. Sin embargo, también presenta inconvenientes. La mayor desventaja de este modelo es, sin duda, el alto precio de los alquileres de estos espacios en pleno corazón de las ciudades.

Así, y a pesar de que no existe una única solución dado que cada ciudad cuenta con sus propias particularidades, lo cierto es que disponer de almacenes en el centro de las ciudades, se ha erigido como la solución predilecta. Poco a poco, pero cada vez más rápido, el papel de los hubs y microhubs urbanos se está convirtiendo en una pieza clave del futuro de las empresas de logística y transporte y marcará el desarrollo del eCommerce mejorando tanto la experiencia de los clientes, como la eficiencia de las compañías involucradas.